El postoperatorio de la cirugía de lipedema es una etapa crucial para garantizar una recuperación efectiva y obtener los mejores resultados del procedimiento. Durante los primeros días, el uso de prendas de compresión es fundamental para reducir la inflamación y mejorar la circulación. También se recomienda el drenaje linfático manual para facilitar la eliminación de líquidos acumulados y prevenir complicaciones.
El reposo relativo es necesario, pero es importante comenzar con movimientos suaves para evitar la rigidez muscular y favorecer la circulación. Además, se debe evitar la exposición prolongada al calor y realizar un seguimiento médico para monitorear la evolución del paciente.
Una alimentación equilibrada y una hidratación adecuada también juegan un papel clave en esta fase, ya que contribuyen a la cicatrización y ayudan a reducir la inflamación. Siguiendo estas recomendaciones, los pacientes pueden lograr una recuperación más rápida y efectiva después de la cirugía de lipedema.