Las terapias complementarias representan una valiosa herramienta en el tratamiento integral del lipedema. Aunque no sustituyen la atención médica, pueden ofrecer alivio sintomático, bienestar emocional y un enfoque más holístico del cuidado de la salud. Incorporarlas en la rutina diaria del paciente puede marcar una diferencia significativa en su calidad de vida.
Entre las terapias más utilizadas se encuentra el drenaje linfático manual, considerado esencial para mejorar el retorno linfático, reducir la hinchazón y aliviar el dolor. Este masaje terapéutico debe ser realizado por fisioterapeutas especializados y puede combinarse con técnicas como la presoterapia y el uso de compresión neumática intermitente. Asimismo, el masaje con ventosas o cupping puede mejorar la circulación local y disminuir la rigidez.
Es importante destacar que cualquier terapia complementaria debe ser integrada de manera responsable, siempre con el conocimiento del equipo médico tratante. La combinación adecuada entre medicina tradicional y enfoques complementarios permite tratar el lipedema de forma más personalizada y efectiva.