Lipedema y salud mental

Lipedema y salud mental

El lipedema no solo afecta el cuerpo físico, sino que también tiene un impacto significativo en la salud mental de quienes lo padecen. El dolor crónico, la progresiva limitación de la movilidad y los cambios estéticos en el cuerpo pueden generar ansiedad, depresión y baja autoestima. Muchas personas con lipedema enfrentan frustración debido al desconocimiento generalizado sobre la enfermedad y a los diagnósticos erróneos que las etiquetan como personas con obesidad. El aislamiento social y la falta de comprensión por parte del entorno agravan el impacto emocional. Es fundamental que los pacientes cuenten con apoyo psicológico. La terapia cognitivo-conductual y el acompañamiento de profesionales de la salud mental pueden ser herramientas valiosas para afrontar la enfermedad con una actitud más positiva. Cuidar el bienestar emocional es parte esencial del tratamiento integral del lipedema.

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