Lipedema y movilidad

Lipedema y movilidad

El lipedema es una enfermedad crónica que afecta no solo la apariencia física, sino también la funcionalidad del cuerpo, en especial la movilidad. A medida que progresa, la acumulación anormal de grasa en piernas y brazos puede provocar dolor, inflamación, rigidez y una sensación constante de pesadez, lo cual limita significativamente los movimientos cotidianos. Esta reducción de movilidad puede impactar negativamente en la calidad de vida y en la autonomía del paciente.

Desde las primeras fases de la enfermedad, es fundamental implementar medidas que conserven la movilidad. La inactividad física, aunque puede parecer una solución ante el dolor, en realidad agrava la condición al favorecer el edema y la rigidez articular. Por ello, los especialistas recomiendan la realización de ejercicios de bajo impacto que promuevan la circulación y fortalezcan los músculos sin aumentar el estrés sobre las articulaciones.

El uso de prendas de compresión es esencial en el manejo de la movilidad, ya que ayuda a reducir el volumen de las extremidades, mejora el retorno venoso y linfático y proporciona soporte a los tejidos. También se recomienda el drenaje linfático manual, que contribuye a disminuir la hinchazón y la rigidez, facilitando una mayor libertad de movimiento.

Un fisioterapeuta con experiencia en el tratamiento de personas con lipedema puede diseñar rutinas personalizadas para cada paciente, enfocadas en mejorar el equilibrio, la fuerza muscular, la coordinación y la flexibilidad. Actividades como pilates terapéutico, yoga suave y natación ofrecen excelentes resultados, ya que combinan ejercicio físico con técnicas de respiración y relajación que ayudan a reducir el dolor y el estrés.

Mantener la movilidad también implica cuidar la salud emocional del paciente. La pérdida progresiva de independencia puede causar frustración y ansiedad. Por eso, el acompañamiento psicológico y el apoyo familiar son fundamentales para motivar a la persona a continuar con sus rutinas y hábitos de autocuidado.

La movilidad en pacientes con lipedema no debe ser vista como un privilegio, sino como un objetivo terapéutico fundamental que permite una vida más activa, saludable y plena.

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