El dolor en las piernas es uno de los síntomas más característicos del lipedema. Esta enfermedad provoca una acumulación anormal de grasa que genera presión sobre los tejidos, nervios y vasos sanguíneos, causando una sensación constante de dolor, pesadez y sensibilidad extrema al tacto. A diferencia del dolor muscular común, el dolor asociado al lipedema persiste incluso en reposo y puede intensificarse a lo largo del día o después de estar mucho tiempo de pie. El dolor en las piernas por lipedema también puede acompañarse de hinchazón y formación de hematomas sin causa aparente. Para aliviar el dolor, se recomienda el uso de prendas de compresión, drenaje linfático manual, actividad física de bajo impacto y, en algunos casos, procedimientos quirúrgicos como la liposucción. Un manejo adecuado del lipedema y del dolor en las piernas es fundamental para mejorar la movilidad y la calidad de vida del paciente.